En los últimos años, España ha visto un alarmante aumento en los ataques de ransomware, con un crecimiento del 72% entre 2023 y 2024. Actualmente ocupa el octavo puesto entre los países más afectados del mundo. Empresas de sectores como la manufactura, tecnología, salud, educación y finanzas han sufrido daños por ransomware que van desde la interrupción de operaciones hasta la pérdida de datos sensibles. Sin embargo, lo que puede sorprender a muchos es cómo este tipo de ciberataques se ha convertido en un modelo de negocio rentable que atrae a ciberdelincuentes de distintos niveles de experiencia.
El “negocio” del ransomware, al que llamaremos “Ransomware S.A.”, sigue una estructura clara en la que varios actores contribuyen a la extorsión digital, afectando tanto a grandes organizaciones como a pymes y pequeñas empresas.
¿Cómo funciona la cadena de producción del ransomware?
El ransomware se ha convertido en una industria organizada, impulsada por la rentabilidad y la simplicidad que ofrece el modelo de Ransomware como Servicio (RaaS, por sus siglas en inglés). En este modelo, los desarrolladores de ransomware crean herramientas de ciberataque y las venden o alquilan a otros ciberdelincuentes. Estos atacantes, con conocimientos técnicos mínimos, pueden extorsionar a empresas usando las herramientas de RaaS sin exponerse directamente, lo que facilita el crecimiento de esta “industria”.
Defenderse de estos ataques es mucho más difícil que lanzarlos. En ciberseguridad, debemos proteger todo el entorno en todo momento, mientras que los atacantes solo necesitan hallar una única vulnerabilidad, o un “gap”, para tener éxito. Las nuevas tecnologías ofrecen herramientas a ambos bandos, pero los ciberdelincuentes tienen una ventaja: cuentan con fondos aparentemente ilimitados y, además, gozan de una cierta impunidad debido a la dificultad de atribuirles una identidad digital específica. Esto les permite mantenerse un paso por delante, siempre buscando y explotando nuevas brechas.
Cada actor en esta cadena cumple un rol específico: mientras que los desarrolladores del ransomware diseñan los programas y plataformas de extorsión, otros cibercriminales compran accesos a empresas mediante credenciales robadas. De hecho, existe un mercado negro activo donde se venden credenciales de acceso a correos electrónicos, redes VPN o incluso a sistemas de gestión remota. Esto permite que ciberdelincuentes con acceso a estas credenciales ingresen en los sistemas de las empresas, especialmente aquellas que no cuentan con medidas de protección avanzadas.
¿Por qué las pymes también son víctimas?
En contra de la creencia de que solo las grandes organizaciones son objetivo de estos ataques, el ransomware afecta cada vez más a empresas pymes debido a su nivel de exposición. Las pymes a menudo carecen de medidas de seguridad avanzadas y equipos de ciberseguridad internos, lo que las convierte en blancos atractivos para los atacantes, quienes saben que la probabilidad de éxito es alta y que la empresa estará más dispuesta a negociar.
El atacante que utiliza herramientas de RaaS inicia el proceso de cifrado de datos en los sistemas de la empresa, eliminando cualquier rastro y exfiltrando datos críticos. Al mismo tiempo, utiliza la plataforma para encriptar la información y lanzar una extorsión que incluye una cuenta atrás, aumentando la presión para que la empresa pague rápidamente el rescate, generalmente en criptomonedas, con el fin de evitar rastreos.
Cyber Guardian: protección proactiva para empresas de todos los tamaños
Ante este contexto, es fundamental para las empresas contar con una protección proactiva que vaya más allá de las medidas convencionales. Cyber Guardian ofrece una solución integral diseñada para anticiparse y evitar ataques de ransomware, con servicios que detectan y mitigan amenazas antes de que se conviertan en problemas críticos.
Continuar leyendo «Ransomware S.A.: la industria rentable del cibercrimen que afecta a empresas de cualquier tamaño.»